dimarts, 21 de gener del 2020

Bagheria

"La muerte y yo nos habíamos hecho parientes. La conocía muy bien. Me era familiar, como una prima idiota con quien se tienen ganas de jugar y de quien se puede esperar cualquier cosa: tanto un gesto afectuoso como una patada, tanto un beso como una cuchillada." (pàg. 12)

"Y los versos de Emily Dickinson, que repetía en inglés, en voz baja, intentando descubrir el secreto de aquel ritmo de baile lento, jugoso, solemne, pero también caprichoso e imprevisible." (pàg. 68)

"Es siempre limitador y estúpido meteera las personas dentro de una categoría, ya sea una clase o un sexo. No tener en cuenta lo imprevisible es de bobos y boba es la idea de un mundo de iguales sin diferencias, historias personales, vicisitudes particulares y huellas de viajes interiores sin meta y sin finalidad definidas al partir." (pàg. 84)

"Un día encontranos setas [...]. Pero ¿quién nos decía sie rea venenosas o no? Y así elegimos a suertes un 'cobaya'. Se comería un trocito. Y si al cabo de ocho horas no le había sucedido nada, también los demás comeríamos." (pàg. 160)

Dacia Maraini (2013). Bagheria (trad. Juan Carlos de Miguel y Canuto). Barcelona: Minúscula.

El darrer fragment no és massa lluït, però és una idea que sempre he tingut al cap: el mèrit del segon humà que va menjar una seta, tant si el primer va morir com si no...

El traductor té un nom molt llarg i fa una "Nota del traductor" de tres pàgines, que no sé si queda justificada pel que fa després... No more comments.

Jo no he trobat el què del llibre, però sóc molt especial per a alguns temes.

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada